¡FORTALECEN SALAS DE LECTURA EN EL ESTADO CON 1,500 LIBROS!

Para fomentar la lectura en Tlaxcala y la formación de mediadores, el Programa Nacional de Salas de Lectura fue ampliado en la entidad a partir de ayer 11 de julio, con la entrega de mil 500 libros en 15 nuevos espacios.

Los paquetes de lectura, que contienen poco más de 100 libros cada uno, fueron entregados por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y servirán para acercar novelas, cuentos, poesía, ensayos, crónicas a diferentes comunidades y etapas lectoras, pues están integradas con textos para niños, jóvenes y adultos.

Cabe señalar que los beneficiados de estos libros son voluntarios en sus comunidades o municipios y, de acuerdo a lo estipulado en el proyecto, se comprometieron a ofrecer sesiones gratuitas de lectura, escritura y análisis de textos a quienes deseen inscribirse.

El evento de entrega de libros y uniformes a voluntarios fue efectuado en el auditorio del Centro Cultural “La Libertad”, ubicado en Apizaco, encabezado por el secretario de Cultura en Tlaxcala, Antonio Martínez Velázquez, quien señaló que cada vez más las personas se abren a la lectura.

Resaltó el trabajo que hacen los voluntarios, pues con pasión y entrega, contribuyen en las comunidades para construir la denominada “República de Lectores”, que busca fomentar el gusto por la lectura en cada una de las entidades federativas.

Los niños, niñas y adolescentes que se entusiasman de manera increíble es algo único, saber que los libros aún tienen ese magnetismo con las personas jóvenes, lo cual habla del poder de las letras en el imaginario colectivo, más allá de las pantallas como televisiones, computadoras o celulares,sentenció.

Por su lado, la enlace estatal del Programa Nacional de Salas de Lectura, Gabriela Conde Moreno, señaló que ha logrado avanzar en la encomienda de consolidar una red de lectores en todo el estado, pero apoyados de personas “tercas” que han luchado contra viento y marea, pues muchos fomentan la lectura sin espacios adecuados y lo hacen en sus casas, oficinas, pequeñas bibliotecas y centros comunitarios. “Se organizan, hablan con la gente, de manera presencial o virtual o incluso reciben a sus vecinos para leerles; todo ello se suma a los esfuerzos de las jornadas de lectura, en donde se han atendido a 80 mil personas en Ceresos, escuelas, centros de migrantes, sitios de taxis, hospitales, centros comunitarios, centros laborales y plazas públicas”, detalló.

Además, dijo que la sala de lectura de Estela Nava consiguió que las mujeres privadas de la libertad comenzaran a escribir poesía y una de esas obras ganó un premio nacional penitenciario y otra poesía fue publicada en un libro.

En una Jornada de Ixtacuixtla, un hombre como de 60 años, después de que Dalia Torres -una de las responsables de aquella sala de lectura- le compartió una historia, nos dijo súper conmovido que nunca nadie le había leído un cuento y que se quedaba con la ternura de recibir la lectura,estableció.

Ambos -dijo- son ejemplos de lo que significa “defender” desde las salas el territorio simbólico, que sirve para luchar contra el encierro, el olvido, el silencio, contra el capitalismo, contra las sin razón de ser, así como en contra de los conservadurismos, los chovinismos y el clasicismo y a la humanidad misma.

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