OBISPO ELOGIA EL LIDERAZGO FEMENINO Y CELEBRA LA JUVENTUD EN LA IGLESIA
Tras la homilía dominical, el Obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, destacó el papel crucial de las mujeres en el liderazgo, citando como ejemplo a la gobernadora de Tlaxcala y la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo. El jerarca católico subrayó que las mujeres aportan una perspectiva diferente y valiosa para abordar los desafíos sociales y de seguridad, lo que, según él, enriquecerá a la sociedad.
En entrevista, Salcedo Aquino reflexionó sobre el impacto de tener a una mujer al frente del país por primera vez en 200 años de historia. «Es un signo de madurez y crecimiento en la mentalidad del pueblo mexicano. La decisión del pueblo es beneficiosa para todos», afirmó.
El Obispo también resaltó que, al igual que en la política, las mujeres están ganando terreno en la Iglesia. Mencionó cómo el Papa Francisco ha asignado a religiosas y laicas a cargos importantes en la Santa Sede, reflejando un cambio significativo en la estructura eclesiástica.
Cuando se le preguntó sobre la capacidad de las mujeres para enfrentar problemas como la pobreza, Salcedo Aquino respondió que, aunque tanto hombres como mujeres toman decisiones cruciales, las mujeres tienden a reaccionar con mayor rapidez y profundidad ante problemas graves como enfermedades, inseguridad y hambre en las comunidades más vulnerables.
CELEBRACIÓN DE LA PASTORAL JUVENIL Y ORACIÓN POR LA JUVENTUD
En un templo lleno por los festejos de Nuestra Virgen de la Asunción, el Obispo aprovechó para dirigirse a los jóvenes de la Diócesis de Tlaxcala, enfatizando la importancia de su papel en la Iglesia. «Una iglesia sin jóvenes es una iglesia sin futuro», proclamó, invitando a los jóvenes a ser el rostro vibrante que anuncie el evangelio de Jesús, al igual que los Tres Niños Mártires de Tlaxcala.
La misa, celebrada como parte de los festejos del Día Internacional de la Juventud, fue un llamado a la comunidad para apoyar a los jóvenes que enfrentan dificultades. El Obispo oró por aquellos atrapados en vicios como el tabaquismo, alcoholismo y drogadicción, pidiendo que encuentren el camino de regreso a sus familias y a una vida plena. «Oremos a Dios por nuestros jóvenes, para que abandonen las conductas que llevan a la perdición y encuentren la fuerza para creer en Él», concluyó.
Durante la celebración, el templo fue adaptado con sillas adicionales para acomodar a la gran cantidad de jóvenes presentes, subrayando la importancia de su participación activa en la vida de la Iglesia.
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