«LA ECONOMÍA MEXICANA MUESTRA SIGNOS DE REACTIVACIÓN EN LA SEGUNDA MITAD DEL AÑO»

La economía mexicana ha comenzado a mostrar signos de reactivación al inicio de la segunda mitad del año, impulsada por un aumento en la inversión y el consumo. Sin embargo, persisten dudas sobre la sostenibilidad de estas mejoras en los próximos meses.

La inversión fija bruta creció un 3.9% en comparación anual, mientras que el consumo privado experimentó una expansión del 3.4%, cifras que contrastan con el 0.9% y 2.6% reportados en junio, según datos desestacionalizados. En comparación mensual, la inversión registró un incremento del 1.8%, superando la caída del 0.7% del mes anterior, y el consumo creció un 0.8%, por encima del 0.1% previo.

Janneth Quiroz, directora de análisis económico de Monex, comentó a El Financiero Bloomberg que «el segundo semestre ha comenzado de manera prometedora, especialmente tras un periodo en el que las expectativas sobre la inversión y el consumo no se cumplieron».

El equipo de análisis de Banorte destacó que, a pesar de estas señales positivas, el panorama para la demanda doméstica en la segunda mitad del año presenta retos significativos. Los desafíos se centran principalmente en la inversión, mientras que el consumo podría demostrar más resiliencia, dependiendo de ciertos factores coyunturales.

Analistas de Intercam señalaron que, aunque las cifras son alentadoras después de una disminución de las expectativas de crecimiento para 2024, es fundamental monitorear si esta tendencia se mantendrá o si se trata de un dato aislado.

FACTORES CLAVE PARA LA INVERSIÓN

Según Jorge Peña, profesor de Economía de la UNAM, la inversión está siendo impulsada principalmente por el sector privado, mientras que la inversión pública juega un papel menor. Para mantener este dinamismo, será crucial el contexto interno, especialmente considerando que se prevé un freno en el gasto público para 2025.

Peña subrayó que dos factores positivos son: un proceso electoral definido en México, que ha sido descontado por el mercado, y la reubicación de industrias estadounidenses en el país, lo que podría impulsar la inversión sostenidamente.

Por otro lado, Citibanamex anticipa que la demanda interna podría debilitarse debido a la creciente incertidumbre relacionada con las políticas de las nuevas administraciones en México y Estados Unidos. Esto podría llevar a empresas y consumidores a adoptar posturas más cautelosas y afectar la forma en que se recorta el gasto público para reducir el déficit fiscal.

INVERSIÓN CON MATICES

Dentro del gasto en inversión, la construcción creció un 3.4% anual en julio, impulsada principalmente por la vivienda, que avanzó un 9.5%. En contraste, la inversión no residencial, que abarca proyectos de infraestructura, registró su segunda caída anual consecutiva tras 21 meses de crecimiento.

La inversión en maquinaria y equipo se aceleró un 4.2% anual en julio, mientras que la inversión nacional creció un 5.4%, aunque por debajo del 9.2% previo. La inversión importada avanzó un 2.1%, beneficiándose de expectativas de depreciación del tipo de cambio.

EL CONSUMO Y SUS DESAFÍOS

El panorama para el consumo también es complejo. Aunque se prevé cierta estabilidad, se anticipa una desaceleración, especialmente en el gasto discrecional, según Ángel Huerta, analista de Ve por Más.

Los bienes importados repuntaron un 15.3% anual en julio, mientras que los bienes y servicios de origen nacional crecieron un 1.5%. Huerta advirtió que la desaceleración económica podría traducirse en una menor creación de empleo, afectando la confianza del consumidor. Aunque se proyecta que la inflación y las tasas de interés disminuyan en lo que queda del año, estos seguirán siendo elevados, limitando el poder adquisitivo y el acceso al crédito.

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