TLAXCALA AVANZA EN EL TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES: UN COMPROMISO CON EL MEDIO AMBIENTE

El estado de Tlaxcala está logrando avances significativos en el tratamiento de aguas residuales, un aspecto crucial para el saneamiento y la salud ambiental, según afirma Javier Israel Tobón Solano, comisionado estatal del Agua y Saneamiento.

PROYECTOS DESTACADOS EN MUNICIPIOS

Nativitas, Tepetitla e Ixtacuixtla están a la vanguardia de esta transformación, con notables progresos en la construcción, rehabilitación y operación de plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR) bajo la supervisión de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS).

En Nativitas, se ha construido y rehabilitado una planta de tratamiento que ha logrado reducir drásticamente las descargas de aguas residuales al río Zahuapan, las cuales anteriormente se vertían sin tratamiento. La CEAS ahora opera esta infraestructura, asegurando su correcto funcionamiento y contribuyendo significativamente a la protección del medio ambiente y la salud pública.

Tepetitla ha dado pasos importantes con dos plantas en funcionamiento: una en la cabecera municipal y otra en la comunidad de Villa Alta. Estas instalaciones permiten la reutilización del agua tratada en actividades agrícolas, promoviendo un uso sostenible de los recursos hídricos y evitando que las descargas sin tratar fluyan hacia el río Atoyac.

En Ixtacuixtla, la reingeniería de su PTAR ha facilitado el tratamiento de aguas negras de la cabecera y comunidades aledañas. La CEAS también opera esta planta, logrando una notable reducción de descargas sin tratamiento al Atoyac.

A nivel estatal, se han invertido 412 millones de pesos en el tratamiento de aguas residuales, alcanzando una cobertura del 64% de las aguas colectadas gracias a las PTAR operadas por la CEAS.

CONTEXTO LEGAL E HISTÓRICO

Estos avances en el tratamiento de aguas residuales tienen sus raíces en la Recomendación 10/2017 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Esta recomendación surgió de una queja presentada en 2011 por ciudadanos que denunciaron la contaminación de los ríos Atoyac y Xochiac, afectando la calidad de vida en la región.

La CNDH identificó violaciones a los derechos humanos, específicamente al derecho a un medio ambiente sano, lo que llevó a autoridades de los tres niveles de gobierno a firmar un Convenio Marco de Coordinación Interinstitucional. Este acuerdo busca implementar estrategias alineadas con los objetivos de la recomendación de la CNDH y mejorar el saneamiento de los cuerpos de agua.

Con estas acciones, Tlaxcala reafirma su compromiso con el medio ambiente y la salud de sus ciudadanos.