URGENTE LLAMADO A LA ACCIÓN: TLAXCALA Y LA INACCIÓN FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO
A pesar de la aprobación de la Ley de Cambio Climático para el Estado de Tlaxcala el 23 de marzo de 2023, que establece políticas públicas para mitigar y adaptarse a este fenómeno, las acciones concretas para enfrentar el cambio climático en la región son alarmantemente insuficientes. Esta ley, que debería haber actuado como un catalizador para el cambio, se ha visto atrapada en la burocracia, dejando a la población vulnerable ante los efectos cada vez más graves del cambio climático.
INICIATIVAS EDUCATIVAS EN MARCHA, PERO CON DUDAS
En marzo de 2024, se anunció que 3,117 escuelas de educación básica, media superior y superior en Tlaxcala comenzarán a formar Comités de Cambio Climático a partir del ciclo escolar 2024-2025. Este esfuerzo busca involucrar a 374,000 niños, adolescentes y jóvenes, así como a 34,000 trabajadores de la educación. Sin embargo, ha sido criticado como un intento de aparentar acción en lugar de ofrecer soluciones efectivas a la crisis ambiental. Aunque se contempla la difusión de contenido teórico y lúdico sobre reforestación y cuidado del agua, persiste la preocupación sobre la efectividad de estas iniciativas frente a un problema tan complejo.
MANIFESTACIONES DEL CAMBIO CLIMÁTICO
El cambio climático en Tlaxcala se manifiesta a través de olas de calor, inundaciones y sequías. A pesar de la creciente concienciación sobre la relación entre el cambio climático y la salud pública, las autoridades han fracasado en implementar medidas efectivas. Iniciativas como el Programa Estatal de Acción ante el Cambio Climático (PEACC) han sido lentas y desorganizadas, dejando a la población sin respuestas ante los crecientes desafíos ambientales.
EL RÍO ZAHUAPAN: UN REFLEJO DE LA INACCIÓN
La situación del Río Zahuapan ilustra claramente la inacción gubernamental. Aunque se han realizado algunas obras, como la construcción de muros de piedra para dar cauce al río y la identificación de sus causas de deterioro, la contaminación sigue siendo un problema grave. Las actividades pecuarias, las descargas de aguas residuales urbanas e industriales, y el vertido de desechos sólidos han convertido la cuenca en un foco de riesgo para la salud pública, generando enfermedades infecciosas y aumentando el riesgo de cáncer.
A pesar de que el gobierno ha destinado 412 millones de pesos para el saneamiento del agua, este esfuerzo necesita complementarse con un plan integral que aborde no solo el saneamiento, sino también la educación y la participación comunitaria. La falta de responsabilidad por parte de la industria en la Cuenca Alta del Río Atoyac-Zahuapan es notable, ya que los procesos de tratamiento de aguas residuales son deficientes y las descargas de sustancias químicas tóxicas continúan sin control.
NECESIDAD DE UN ENFOQUE INTEGRAL
La creación de los Comités de Cambio Climático puede considerarse un avance en la educación y la concienciación ambiental, pero es fundamental que estas iniciativas se integren en políticas públicas efectivas y en un enfoque integral frente a la crisis climática. Sin un compromiso real de todos los sectores involucrados, estas acciones corren el riesgo de convertirse en meros gestos simbólicos que no abordan las raíces del problema.
Tlaxcala enfrenta múltiples desafíos ambientales, y la salud de sus habitantes depende de decisiones inmediatas y responsables. El cambio climático no es un problema distante; es una realidad que ya está afectando a miles de tlaxcaltecas y exige una respuesta activa y coordinada.
Publicar comentario