RESCATAN TRADICIÓN DEL TRUEQUE AGROPECUARIO EN EL ITAT: INTERCAMBIO DE SEMILLAS, ANIMALES Y SABERES ANCESTRALES
Con el objetivo de revalorar los productos del campo y fomentar una economía más solidaria, estudiantes del Instituto Tecnológico del Altiplano de Tlaxcala (ITAT) participaron en el trueque agropecuario, una actividad en la que intercambiaron semillas, animales de granja, verduras, leguminosas, frutas y artesanías.
UN RITUAL PARA AGRADECER A LA TIERRA
Antes del intercambio, la comunidad estudiantil se reunió para participar en la ceremonia Huensintli, un ritual tradicional para pedir lluvias y fertilidad en los cultivos. La ceremonia estuvo a cargo de María Guadalupe de la Cruz Corona Vargas, proveniente de Ixtenco, quien compartió con los asistentes la importancia de estas prácticas en la cosmovisión agrícola.
MÁS QUE UN INTERCAMBIO: APRENDIZAJE Y CONCIENCIA SOCIAL
El trueque, realizado en el marco del Día del Agrónomo, permitió a los estudiantes reflexionar sobre el valor real de los productos del campo, más allá del costo monetario que les asigna el mercado.
“Queremos que los alumnos comprendan que los productos agrícolas tienen un valor intrínseco, ligado a su origen, su utilidad y su importancia cultural, no solo al precio de venta», explicó Oana Sorinda Escobedo Flores, docente del ITAT con 26 años de trayectoria.
En la cancha techada del instituto, estudiantes de todos los semestres intercambiaron desde patos, gansos, gallinas y conejos, hasta calabazas, amaranto, frijol, chile, árboles frutales y semillas de distintas regiones del país. Incluso, aquellos que no contaban con productos agrícolas participaron con artesanías de barro, madera y orfebrería, mientras que los docentes sumaron libros y material de divulgación científica.
PRESERVAR LA BIODIVERSIDAD: UNA LECCIÓN DEL TRUEQUE
El evento no solo busca fortalecer la convivencia y el aprendizaje entre los estudiantes, sino también preservar la biodiversidad y el conocimiento tradicional.
«A veces no valoramos los productos del campo y hay especies que están desapareciendo. En los trueques, los alumnos descubren que aún existen familias que cultivan y consumen variedades nativas de frijol, chile o quelites», añadió la docente.
En ediciones anteriores, el ITAT ha logrado reunir hasta 80 productos distintos, incluyendo 20 tipos de frijol y 30 variedades de semillas de maíz. Uno de los artículos más interesantes en esta ocasión fue la semilla de algodón, originaria de León, Guanajuato y Nuevo León, utilizada en la alimentación de las vacas de raza Holstein, pero poco común en Tlaxcala.
RECUPERANDO EL NIVEL TRAS LA PANDEMIA
Esta tradición estudiantil se realizaba en el ITAT desde antes de la pandemia, pero la suspensión de actividades presenciales afectó su continuidad. Aunque aún no ha recuperado su nivel previo, los organizadores confían en que siga creciendo y fortaleciendo el vínculo de los jóvenes con la tierra y sus productos.
El trueque agropecuario no solo es una actividad académica, sino un recordatorio de que el campo y sus productos tienen un valor más allá del dinero, un mensaje clave en tiempos donde la producción local y la sustentabilidad son esenciales.
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