POLICÍAS CAPITALINOS RESCATAN A DOS HERMANITOS EXTRAVIADOS EN CETRAM PANTITLÁN

Lo que parecía un día rutinario en el Centro de Transferencia Modal (CETRAM) Pantitlán se convirtió en una emotiva historia de solidaridad y rápida respuesta por parte de elementos de la Policía Bancaria e Industrial (PBI) de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México.

Durante sus recorridos habituales por andenes y pasillos de esta transitada terminal, los oficiales fueron alertados por personal de seguridad del Mexibús sobre la presencia de dos pequeños que habían bajado de una unidad sin ningún adulto a la vista.

Al acudir al llamado, los policías encontraron una escena que conmovió a más de uno: un niño de **12 años cuidaba en su carriola a su hermanito de apenas ocho meses de nacido. De inmediato, los uniformados se acercaron para conversar con el menor, siguiendo todos los protocolos de resguardo y protección infantil.

El niño, con admirable entereza, explicó que sus padres no habían regresado a casa y, al ver llorar de hambre a su hermano, tomó la decisión de salir en busca de ellos. Abordó el Mexibús con rumbo incierto, esperando encontrarlos y pedirles comida y dinero.

Para fortuna de ambos, el pequeño llevaba consigo un papel con un número telefónico de contacto. Gracias a ello, los oficiales lograron localizar a los padres de los menores, quienes llegaron minutos después al punto de resguardo. Al identificarse plenamente y comprobar el parentesco, los niños fueron entregados sanos y salvos.

Antes de concluir la intervención, los agentes de la SSC brindaron a los padres recomendaciones sobre seguridad infantil y la importancia de evitar situaciones que pongan en riesgo la integridad de los menores, especialmente en espacios públicos de alta afluencia.

¿CÓMO EVITAR QUE ESTO VUELVA A SUCEDER?

Casos como este evidencian la importancia de contar con medidas preventivas claras:

  • Comunicación constante con los niños sobre qué hacer en caso de extravío.
  • Supervisión activa en lugares concurridos.
  • Portar una tarjeta visible con información de contacto.
  • Enseñarles números de emergencia y puntos de encuentro seguros.
  • Crear una red de apoyo confiable entre familiares y vecinos.

Lo sucedido en Pantitlán es un recordatorio de que, en una ciudad tan grande y acelerada como la capital del país, la prevención y la solidaridad pueden hacer la diferencia entre una tragedia y un final feliz.

Gracias a la pronta intervención de los elementos de la SSC, esta historia tuvo un desenlace positivo, reafirmando el compromiso de las autoridades con la protección de los más vulnerables.

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